«Hay una historia de Sobibór: catorce reclusos intentaron escapar. En cuestión de horas los habían atrapado y los condujeron a la explanada del campo. Allí, les dijeron: "Dentro de un momento vais a morir. Pero antes, quiero que cada uno de vosotros escoja un compañero de muerte". Ellos contestaron: "¡Nunca!". El comandante replicó con tranquilidad: "Si no lo hacéis vosotros, lo haré yo. La diferencia es que yo escogeré a cincuenta, no a catorce". No tuvo que cumplir su amenaza.
En Shoah, la película de Lanzmann, un superviviente de la fuga de Treblinka, recuerda que cuando se redujo la actividad de las cámaras de gas, les fueron retiradas a los miembros del Sonderkommando sus raciones de comida y, como habían dejado de ser útiles, temieron se aproximara su exterminio. Recobraron la esperanza de sobrevivir cuando nuevas poblaciones de judíos fueron reunidas y cargadas en trenes con destino a Treblinka»
Zygmunt Bauman, Modernidad y holocausto
En Shoah, la película de Lanzmann, un superviviente de la fuga de Treblinka, recuerda que cuando se redujo la actividad de las cámaras de gas, les fueron retiradas a los miembros del Sonderkommando sus raciones de comida y, como habían dejado de ser útiles, temieron se aproximara su exterminio. Recobraron la esperanza de sobrevivir cuando nuevas poblaciones de judíos fueron reunidas y cargadas en trenes con destino a Treblinka»
Zygmunt Bauman, Modernidad y holocausto

No hay comentarios:
Publicar un comentario