Le llaman "Budy" porque, cuando era más joven, con sus gafas y el pelo revuelto, se parecía mucho a Woody Allen. Budy está escribiendo sus memorias. Aquí tenéis un adelanto. Todo un ejemplo de superación que no puede dejar de producirnos admiración y recordarnos al caso de Jose María Uría, de quien ya supimos por la entrevista-relato publicado en nuestro último número de Solïloquïo.
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