jueves, 5 de mayo de 2011

Señor del mal, ten piedad de este poema
Que murió escupiendo sobre los hombres
Y que ahora fenece en la página
Para enseñarlo mudo a los hombres
Poema que es un grito y un ladrido
Poema indescifrable, poema para nadie
Poema innecesario, que por nadie será entendido
¿Quién es ese nadie que nos vence en la carrera?
Es nuestra propia sombra, una sombra no humana
Una sombra que gime, que llora en las esquinas
Por el poema que ha nacido muerto
Por este aborto que yo ofrezco a los hombres
Por esta abominable verborrea
Este diablo del verbo que me habita
Como una maldición estudiada
Para que nunca acabara el poema
Para no ser libre del hierro del lenguaje
Del infierno del poema
Que no acaba nunca, como el infierno
Para ser siempre pájaro, siempre flor, siempre espada.

Félix Caballero/Leopoldo María Panero, de "Tango".

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