Contexto: aula. Acción: profesor dando clase. Abran el libro -dice el profesor- por la página 369: Antonio Machado. Morales, lea. (Morales lee): Una tar…de parda y frí…a/ de invier…vier…no. Las…los colegiales/ estu…tu…dian. Motononía (le corrige el profesor), ah...,perdón…Monotonía/ de llu…via tras los cris…tales./ Es la clase. En el…el…el cartel/ se represen…tan a Cain (le corrige otra vez: Caín tiene tilde en la i, Morales), ah…vale…Caín…ííííín… fugitivo y muer…muerto Abel,/ junto…junto a una mancha de car…car…car…mín. Basta Morales, hasta ahí. (Dirigiéndose a toda la clase). ¿Y bien? ¿Qué quiso decirnos Machado con estos versos? ¿Alguien sabe explicar la analogía que emplea? ¿Su particular uso de la metáfora? (Silencio largo). ¿Sr. Revuelta, puede decirnos qué significa la mancha de carmín del último verso? (Revuelta se remueve en el asiento, tose, pasa nerviosamente las páginas de su libro. Habla): esto…eh… (se oyen risas sordas entre sus compañeros)… ¿me podría repetir la pregunta? (Estalla la gran carcajada entre sus compañeros). ¡Silencio! -grita el profesor-. (Silencio). ¿Nadie puede decirme nada de este poema? ¿Algo sobre la poesía de Machado en general? (Silencio). ¿Algo acerca de Antonio Machado? (Silencio tenso). ¿Ni siquiera algo sobre la poesía como género literario? (Silencio encogido). (Yañiz levanta la mano). ¿Sí, Sr. Yañiz? Eh…-titubea Yañiz-, si puedo ir al baño, profe. (Risas en allegretto). Profesor: ¡váyase al baño y a la mierda si quiere, Yañiz! ¡Y usted, Triñanes, tire ese chicle a la basura ahora mismo! (Silencio largo de circunstancias). El profesor echa una mirada panorámica a la clase, cierra el libro, se levanta y sale. Se dirige al despacho del jefe del departamento. Entra. ¿Sí, Sr. Torrado? ¿Qué desea? –pregunta el jefe del departamento-.
JEFE DE DEPARTAMENTO: ¿Y eso? ¿Cómo que dimite? Explíquese.
TORRADO: Es insoportable e intolerable. Son todos unos cafres sin remedio. Si no lo dejo ahora me volveré loco de remate.
JEFE DE DEPARTAMENTO: Paciencia Torrado, paciencia. La clave de una sana pedagogía está en la paciencia. ¿No ve que esos chicos están todavía formándose? Tenemos que ayudar a que maduren y hacer que anclen en sus inocentes cabecitas los conceptos básicos que les permitan ser hombres y mujeres de provecho.
TORRADO: No, ya lo he decidido. Hoy mismo lo dejo. Recojo mis cosas y me voy.
JEFE DE DEPARTAMENTO: (Mueve unos papeles que tiene encima de su mesa): Perdóneme pero ahora mismo no recuerdo en qué curso da clase.
TORRADO: En cuarto curso, señor. En cuarto.
JEFE DE DEPARTAMENTO: ¿Y de qué especialidad, exactamente?
TORRADO: Hispánica, señor, cuarto curso de Filología Hispánica.
Alberto Muñoz Pin. De su libro “La corchea exhausta” (Contracorriente, 2011).
No hay comentarios:
Publicar un comentario